martes, 10 de marzo de 2015

Nunca creí que iba a estar tan deprimida. Creí  que a los demás les daba ese ataque depresivo que los dejaba de cama, pero no, me tocó a mí. No doy mas de la depresión, quiero morirme. Quiero flotar y que nadie me pueda ver, quiero salir de mí y alejarme lo que mas pueda. Quiero abandonar esta vida de fracasos y de tristeza, de angustias y malestares.
Lo peor de todo esto es que no logro conformarme con nada de lo que soy, de lo que hago. Ya no soy la misma de antes -claro que no, nadie lo es-. Me obligaron a cambiar por mi supuesto bienestar, que mi salud, que mi cabeza, que mi blah blah. Me sacaron mis 5 horas de árabe, mi 4 horas semanales de ingles, mis horas de estudio nocturno... Me obligaron a dormir mas de mis preciadas 4 a 6 horas, me fui de árabe, no hice mas ingles. Supuestamente así no me iba a enfermar de los nervios. Mi casa me enferma, siempre me enfermó, así que me sacaron lo que yo mas amaba para dejarme mas tiempo en este pozo. Y acá me ven, deprimida, super abajo de mi ánimo, estoy por debajo de las piedas de asfalto. ´
Mis dolores de cabeza no se fueron, siguen y a veces no me dejan estudiar. Puedo hasta llorar de lo mucho que duele. Mi depresión crece dia a dia como una planta que se convierte en arbol. Mis ganas se fueron con todo lo que alguna vez hice y ya no puedo repuntar. Mis notas son pésimas, son lo peor de mi. Más sabiendo que en alguna época lo tuve TODO, yo era mi todo y era feliz.
Me dijeron que si seguía teniendo mi estilo de vida iba a morirme joven. Me lo dijo una medica. Ahora quisiera morirme, quisiera pasar a un lugar donde reviva mi vieja vida, la que yo amaba y donde estaba feliz. Prefiero una vida feliz y corta, a una como ésta que vivo.
Los incentivos en mi casa son como para que me suicide. Tal vez digo que estoy mal y me dicen cosas peores, que me terminan dejando mas en el fondo. Se pensarán que yo soy un agujero negro que no tiene sentimientos, pero esas palabras duelen si te las dicen tus padres... creo yo.
Nada resulta como quiero, no consigo trabajo, no consigo tiempo a solas con mi cabeza, no puedo llorar en mi casa, no puedo dormir si me deprimo, no puedo nada. Estoy atrapada.
Lo malo no es ahora, no es la depresión; lo malo será cuando todo me deje de importar, cuando finalmente todo me de lo mismo y pierda de una vez sentimiento alguno.