viernes, 29 de enero de 2016

Fecha

- 17 años juntos y no se aprendió la fecha o no se la quería aprender - le comenta a la amiga mientras toman un café en la mesita junto al ventanal apenas empañado por el frió y la humedad.
...
- Y cuando se la aprendió, yo me quise separar. Se me gastó el amor en 17 fechas - dijo con amargura mientras se acercaba a los labios la taza de café cargado de azúcar.

Independencia

« Cometiste un error, o mejor dicho un acierto. Acierto para mí, error para vos. Al menos que éste haya sido tu plan desde el principio, que hayas querido esto para nosotros, entonces así, sí, fue un gran acierto. No creíste que algo tan simple, tan común en otros pero tan discontinuo en mí, podría dejarnos en este punto. La realidad es que no me diste nada, no fue una idea nueva, solo me abriste la puerta a aceptar irme. Aceptaste. Hace tiempo que vos te habías ido, pasaba tiempo sola. Ahora yo me voy con mi soledad, me hice tan amiga de ella que la preferí antes que a vos. Te dije "esto es como darle una navaja a un mono" pero aceptaste de todas formas, incitaste a que sea libre de hacer lo que quiera... libertad que no te incluía y aun así aceptaste.
Exploré, conocí, me enamore de lugares a los que seguramente no vendrías jamás. Me volví fotógrafa de detalles. Se sintió, qué digo sintió,  se siente tan bien....
Ya no me hizo falta esperarte ni que me esperaras. No debía llegar para comer porque dejamos de compartir lo que con tantos esfuerzo quise que compartiéramos. Mi independencia fue la tuya, tu libertad. Te dedicaste a lo tuyo y yo a lo mío. Nos volvimos casuales, dos personas que se encuentras de vez en cuando para simular una historia... para sumar "recuerdos" pero que en realidad son solamente momentos en la que las soledades se fueron y quedamos nosotros dos, reemplazando el lugar.
Me vino bien esta independencia, aunque tal vez fue demasiada. Me dejó de importar todo lo construido, el gran edificio que planeé, lleno de ideas y de proyectos para hacer juntos y lo concreté sola, o al menos la mayoría de los pisos que lo componen, me pertenecen.
Desde este punto pude ver todo lo tóxico que me rodeaba. Personas que no sé por qué sigo conservando en mi vida.Tal vez, el miedo a ser independiente y no saber qué hacer con tanta libertad, me encadenaba a estas personas. Por suerte ya no las necesito en mi vida para alcanzar algún lugar, puedo sola, no necesito a alguien para sentirme segura. Soy fuerte.
Ahora, soy yo conmigo misma. Puedo decir al fin, que soy libre desde el alma. »