Recuerda que yo vivo de ello, recuerda que son mis latidos los que están en esa cajita de cartón. La humedad la está dañando y yo lentamente agonizo. Pierde color el arco-iris de mis ojos.
Sin ti, sin mi inspiración y sin mi latir, ¿qué me queda para vivir? Sonrisas vacías y palabras en un trozo de papel que se lleva el viento. Flores marchitas que en el olvido dejé morir y mil cartas sin escribir.
Razono y sé que mentí... te mentí al decir que te olvidé.
Y desahoguese en este libro sin hojas!
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