Lunes.
"¡Qué difícil es esto? No, espera...¿Difícil? ¡difícil se me hace descifrar mi vida!" - dijo en voz alta mientras lava los platos y luchaba contra un resto de caramelo adherido. Claramente fue un escape de su pensamiento, se quiso salir y lo logró. De tanto cansancio, ya ni los pensamientos puede mantener aprisionados en su cabeza. Enojada, todo ha cambiado y no sabe por qué.
Hace días que está mal todo, su trabajo, su estudio, su relación amorosa, su charlas con los vecinos, todo está mal, pero a ella solo le molesta una cosa: no saber que pasa con su novio.
"Antes era todo transparente, ¿y por qué ahora no es tan así?" (otro pensamiento que logró escapar).
Pareciera que sí, pero no. No es que ya no es transparente, sino que el mismo cansancio, la rutina y todo, los desgastó... a ellos, no a su interminable amor. Refregaba mientras pensaba en los viejos tiempos y se dio cuenta que estaba tardando mucho para lavar unas simples y pequeñas ollas. Terminó, secó sus manos, se preparó un café y fue al comedor, se sentó y comenzó a pensar... "Algo debe haber" murmuró en voz baja mientras su cabeza trabajaba a mil en idear un plan que hiciera revivir lo que la rutina apagó.
Entre líneas, poco a poco se fue aclarando su mente, no era que todo estaba mal, solamente que su estado de ánimo se desequilibró por su enredo emocional. Se iluminó y enseguida fue a buscar un cuaderno y una lapicera... ideas fluían por su interior como río cuesta abajo. Todo aquello que habían dejado de hacer por cuestiones de tiempo, por horarios, fechas, días complicados; proyectos dejado de lado; era momento de retomarlos. Y así como en el comienzo de la relación, como en los primeros meses, ella hizo una lista de COSAS PARA HACER JUNTOS: comenzó con 4 y terminó con 15.
Como todo lunes, ella no cursaba ni trabajaba, pero él sí y era el día perfecto para comenzar. Preparó una cena exquisita, se arregló, se puso su vestido favorito a lo pin up, tomo su cartera, sus llaves y se fue a darle una sorpresa a su novio. De camino le compró un chocolate, como a él le gusta. Al salir no se había dado cuenta que no se puso perfume, por suerte llevaba uno en la cartera (Melocotón). Llegó y solo esperó unos instantes hasta que su novio apareció... Exhausto pero hermoso como ella lo veía. Caminando con sus compañeros de trabajo, agradeciendo que había finalizado el lunes... Hasta que la vió, ahi parada, con esa sonrisa tan grande y los ojos llenos de luz. Estaba feliz, fue como si su alma volviese al cuerpo... Esa expresión era la misma de hace años atrás cuando ella pasaba a buscarlo. Pasaron una noche hermosa, bailaron aquel lento que se debían, charlaron hasta tarde, rieron, se amaron como si fuese el ultimo día.
Al día siguiente, despertó temprano, preparó el desayuno y le dejo el café hecho con una notita simple: "Te amo, sin importar el tiempo ni el espacio". Le dio un beso mientras dormía, tomo su ambo, lo embolsó y salió a toda prisa. Mientras viajaba en el colectivo casi vacío, sonreía...
"Solo un detalle bastaba" .-
Nada había cambiado, era solo una ilusión.
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