Jamás se desvanecerá nuestra marca, porque la felicidad con la que se formaron esos recuerdos supera cualquier nivel. Se escurrirá el amor entre nuestros dedos, como arenilla, pero el desierto sigue estando, sigue existiendo y no se irá. No se puede tocar, no se puede agarrar, pero existe; al igual que todo esto. Existe, se siente, se vive, se respira.
Situaciones efímeras que adquirieron el poder de perpetuarse, de instalarse en mi mente y corazón, en aromas y vientos. Efímeras y eternas.
Nada va a desaparecer mientras nosotros sigamos de pie. Nada se puede borrar si aun hay amor.
Quiero que sigamos tallando recuerdos, no en paredes, no en objetos, en nosotros.
Te amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario