Vuelvo a mis redacciones informales.
Además de ser el día mas deprimente, el día domingo es el día en el que mi madre se queda todo el santo día en casa y debo bancar sus malditos rayes.
Pensar que ayer fue Sábado, y a pesar de que mi madre llegó temprano, y que mi papá estuvo a la tarde, fue un día hermoso. Cené con una excelente compañía y no me importó nada más. Estuve toda la tarde con alguien re especial, con esa personita de los textos anteriores, que hace que me sienta bien aún cuando mi ánimo ni me estado físico no son los mejores. La pasé genial. Me divertí, reí y tuve paz. Fue un día perfecto aunque yo no me sentía perfectamente bien.
Tenía la idea de que no lo iba a ver el finde, que saltaría del viernes al lunes, pero no. Tuvo un tiempo libre y me vino a ver. Sabiendo que yo no tenía lindo aspecto y que parecía una vagabunda con el maquillaje corrido, vino igual a visitarme ♥. Y apareció con una rosa roja en la puerta del chino, hasta donde me había seguido. Yo había ido a comprar una gaseosa. Ese comienzo de la tarde, fue más que estupendo... ¡ :) ! ...
Pasó ese día maravilloso y llegó el día de hoy. Mi madre desde la mañana con sermones y su EGO hasta el punto límite. Quejándose y gritando, solo como ella lo sabe hacer. Sacando mi mal humor, mi molestia desde lo mas profundo. Trato de contenerme, pero saca lo peor de mí. Aun así me banco todo lo que me dice, no tengo ganas de discutir como ella.
Como de un día para el otro todo cambia, ¿no? Pero es parte de la vida, y no lo puedo cambiar.
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