viernes, 26 de febrero de 2010

Adios, amor.

Leo tus ex palabras, releo cada papelito que me dabas bañados en ese perfume que aun sigue fijo en mi memoria, traigo al presente las frases de amor que me dedicabas, y recién ahora me doy cuenta de que todo era mentira, que era un disfraz, era un cuento de terror y no de hadas. Tantas cosas que pasamos juntos, tantos momentos imborrables se grabaron en esta memoria frágil, pero eran solo recolecciones de imágenes de películas, de fantasías que soñaba despierta. ¿Alguna vez me amaste de verdad? ¿Alguna vez ocupé el primer lugar en tu vida? No, no lo creo. Yo quería creer que esos textos tuyos los hacías pensando en mí, que le ponías el mismo amor que yo al besarte, pero me equivoqué... todo era para otra. Para ella.
Prometías palabras de amor que jamás cumplías, me decías que me amabas y yo creía en vos ciegamente. Te perdonaba cada error, te creía cada escusa con el corazón a pesar de que mi mente lo asociaba a falsedades. Me arriesgaba a todo y me escondía de todo, solo por vos. Hice muchas cosas y ninguna valió la pena. Derramé millones de lágrimas en silencio, quemé miles de mensajes y aun estas ahí, en el fondo de mi corazón, en un cofre si llave, en un rincón oscuro que por momentos se ilumina. Tantas palabras que desearía no haber dicho; entregué tanto de mí y te fuiste con ella, me dejaste pagando, amando al aire porque ni tu sombra me dejaste. Quedaron cicatrices que no terminan de sanar y que cada tanto abres, con el fin de hacerme sufrir nuevamente. Todo se lo llevó el viento, todo se tiró al vacío, pero lo que quedo fueste amor dolido, que solo yo sufrí por vos y que vos decias que lo hacías por mí. Era mentira, sufrías sí, pero por ella. No te importé, JAMÁS. Ahora no vengas con disculpas, porque para mí todo quedó atrás. Aprendí a construir un camino sola, a vivir sin depender de ti... ahora yo te digo que no, ya es tarde para volver al pasado o revivirlo, ya murió todo, y con ello, lo que alguna vez fue AMOR.La enseñanza que me dejó, es que hasta el verdadero amor, se acaba.


No me arrepiento de haber vivido esos pocos meses de felicidad, pero me arrepiento de haber amado ciegamente y salir lastimada de este juego que para mí era nuevo; y sabías que no lo sabía jugar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario